La forma correcta de recalentar tu comida con los envases para pollo asado
ay un plato que es favorito para muchos, ese es el pollo asado. Pero si algo se repite cada vez que disfrutamos de este manjar, es el tener que guardar parte de la comida para otro día. Por eso es importante saber cómo almacenar y recalentar las sobras de forma correcta para mantener su sabor y seguridad con los envases para pollo asado.
En este artículo, te contaremos las mejores prácticas para almacenar y recalentar tu comida en estos envases, para que disfrute de su comida sin sentir que está comiendo sobras.
¿Por qué utilizar los envases para pollo asado?
Antes de profundizar en los pasos, hablemos de por qué usar el recipiente original para almacenar y recalentar el pollo asado es una gran idea. Los envases para pollo asado están diseñados especificamente para mantener y conservar este manjar. Ayudando a conservar sul sabor y aroma, lo que los hace los recipientes perfectos para guardar las sobras.
Almacenamiento adecuado del pollo asado
1. Enfrialo antes de guardarlo
Lo primero es lo primero, asegúrate de que el pollo asado se enfríe a temperatura ambiente antes de colocarlo en la nevera. Colocarn el pollo caliente directamente en la nevera puede elevar la temperatura interior, lo que podría afectar a otros alimentos y provocar el crecimiento de bacterias.
2. Utiliza el contenedor original
Una vez que el pollo se haya enfriado, colócalo nuevamente en el recipiente original para pollo asado. Asegúrate de que el recipiente está limpio y seco antes de usarlo para almacenar el pollo. El cierre hermético del recipiente ayudará a mantener el pollo húmedo y sabroso.
3. Refrigeralo rápidamente
Después de guardar el pollo en el recipiente, ciérralo bien y guárdalo en la nevera. El pollo asado se puede almacenar de forma segura en esta hasta durante cuatro días. Así que, si vas a tardar más en consumirlo, lo mejor será congelarlo.
4. Congela el pollo para que dure más
Si quieres conservar el pollo por más tiempo, puedes congelarlo en el recipiente para pollo asado. Asegúrate de que el recipiente esté sellado correctamente para evitar quemaduras en el congelador. El pollo asado congelado puede durar hasta cuatro meses.
Cómo recalentar el pollo asado
1. Recalentar en el horno
Para recalentar el pollo asado en el horno, precalienta el horno a 350 °F (175 °C). Transfiere el pollo del recipiente para pollo asado a una fuente apta para horno. Cubre el plato con papel de aluminio para retener la humedad y caliéntalo durante unos 20 a 25 minutos, o hasta que el pollo alcance una temperatura interna de 165 °F (74 °C).
2. Recalentamiento en el microondas
Si tienes prisa, puedes recalentar el pollo en el microondas. Transfiere el pollo del recipiente para pollo asado a un plato apto para microondas. Cubre el pollo con una tapa apta para microondas u otro recipiente apto para microondas para retener la humedad. Caliéntalo a temperatura alta durante unos 2 o 3 minutos, revisando y volteando el pollo a la mitad para asegurarte un calentamiento uniforme.
3. Método más efectivo
Para un recalentamiento más rápido y sabroso, prueba este método. Saca el pollo del recipiente para pollo asado y córtalo en trozos más pequeños. Calienta una pequeña cantidad de aceite o mantequilla en una sartén a fuego medio. Agrega los trozos de pollo y cocinalos durante unos 5 a 8 minutos, revolviendo ocasionalmente hasta que estén bien calientes.
Consejos para mantener la calidad
1. Evita calentarlo más de una vez
Para mantener la mejor calidad y seguridad, evita recalentar el pollo varias veces. En su lugar, recalienta solo la cantidad que vas a comerte.
2. Agrega humedad si es necesario
Si el pollo parece un poco seco después de recalentarlo, agrega un chorrito de caldo de pollo o agua al recipiente antes de recalentarlo. Esto puede ayudar a mantener su textura jugosa.
3. Monitorea la temperatura interna
Utiliza siempre un termómetro para carnes para comprobar que la temperatura interna del pollo recalentado alcanza los 165 °F (74 °C) para garantizar que sea seguro para comer.
Conclusión
Almacenar y recalentar correctamente el pollo asado en su recipiente original es una forma sencilla pero eficaz de saborear las sobras sin sentir que estas comiendo sobras. Siguiendo estos consejos, podrás asegurarte de que tu pollo asado siga tan delicioso como el día que lo compraste.
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